Es la enésima vez que ha roto la hoja y quiere que se la apañe… arreglar, dice Jaime, y viene con el celo y las tijeras. Me he enfadado con él, he perdido los nervios y le he regañado… se ha enfadado muchísimo, dice Jaime.
En ese momento no se razona, luego cuando te das cuenta te arrepientes. En el fondo no importa tener razón o no, o que haya excusas que te justifiquen, sabes que no merece la pena, hay cosas que haces mal y que deberías cambiar.
…contento, dice Jaime mostrando una sonrisa forzada. Es tarde y ha decidido irse a la cama, quiere que esto termine, mañana papá se habrá olvidado y todo habrá pasado. Él también nos aguanta a los demás, eso sí, sin perder los nervios.
Cuanta razón Javier,
Que bien expresado y qué bonito.
No sé si sirve de algo o no, pero a veces es necesario creer que hay que regañarlos porque en algún momento servirá. Los padres sois mis dioses de la bondad eterna.
Un poco de humor. – ¡Yo nunca pierdo los nervios1 – Claro que no los pierdes, te quedas con ellos
Tranquilo Javier perder los nervios y gritar y enfadarse es de humanos.Lo bueno es reconocerlo y arreglarlo. Y pedir perdón a nuestros hijos si hemos hecho algo mal.Cosa que la mayoria de los padres no saben hacer.Da igual como sea tu hijo/a si les pides perdón ellos lo agradecen.
Bueno,a parte de esto deciros que os admiro a tí y Gloria. Sois maravillosos y unos padres increibles…
Un saludo 😘