Acaba de escribir la carta a los Reyes (…un regalo muy bonito, dice Jaime). Nos ponemos el abrigo y vamos a echarla al buzón. Nos gusta la Navidad.
En estos días se mezcla todo, ilusión, nostalgia, felicidad, tristeza, bullicio, soledad… cada uno a su manera, haciendo cosas sin darnos cuenta y dejándonos llevar.
En todo caso son fechas especiales. Se suceden comidas, regalos y fiestas, y muchas veces, en nuestra permanente búsqueda del bienestar, nos fascinamos con la abundancia y el lujo y acabamos asociando la celebración con el exceso.
Hoy es Nochebuena ¿Qué quieres cenar Jaime? … tortilla de patatas, dice. Sabe lo que le gusta y no tiene que ver con nada especial. Lo simple, lo que tenemos al lado y no vemos, es importante y solo somos conscientes de ello cuando lo perdemos.
Precioso post y preciosa conclusión
Que razón tienes Javier, nosotros hemos optado por cenar y reunirnos pero sin regalos….
Cuánta razón tienes..nos complicamos la vida nosotros mismos. En la simplicidad está el bienestar.
Toda la razón, me encanta leerte!
Mis hijos en nochebuena pidieron patatas fritas. Comida poco habitual en casa, sencilla, barata pero que disfrutaron como si fuera el mejor jamón del mundo.
All of these are so beautiful. And I’m knew to Espanol. Yo habla espanol