Adiós mamá… dice Jaime. Se va a trabajar. Allí le esperan sus compañeros y las personas que los acompañan y ayudan.
Siempre le reciben con una sonrisa, siempre están bien. Han hecho de nuestra necesidad su vocación y cada uno tiene su razón para ello: caridad, solidaridad, compromiso… da igual. Cuando lo necesitas no te planteas la motivación de quien te ayuda, solo ves su bondad y el efecto directo de su acción: cuidar, una pequeña misión que es la mayor prueba de amor que alguien puede hacer. Por ello gracias.
Espero que lo que está pasando haga que algo cambie, que empecemos a valorar a todos aquellos que cuidan y que todos cuidemos.
Con ella/él* si… dice Jaime. Tiene un sexto sentido para saber con quién va a estar bien.
* Sois muchos los que le habéis acompañado y podéis poner aquí vuestro nombre. Por ello gracias.
Javier Martínez Erdozáin
2 de enero 2021